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Awtana Team23/05/25 15:339 min read

Inteligencia artificial, startups y el futuro de los negocios

Vivimos un momento de transformación radical. La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser una promesa futura para convertirse en una herramienta esencial que ya está cambiando la forma en que operan las empresas, se diseñan productos y se conectan con los clientes. Así como la telefonía móvil revolucionó el mundo a inicios de los años 2000, hoy la IA marca el inicio de una nueva gran ola tecnológica. En este episodio de Awtana Amplify, Christopher Brian —emprendedor con amplia trayectoria en el mundo telco y tech— nos guía por el terreno práctico de la IA: no desde la teoría, sino desde su experiencia como fundador, líder e innovador.

A través de ejemplos concretos en industrias como la salud y las telecomunicaciones, Christopher explica cómo las empresas pueden usar la IA para reducir costos, agilizar procesos, mejorar la experiencia del cliente y crear ventajas competitivas reales. Además, comparte una visión optimista del futuro, donde tanto startups como empresas consolidadas pueden beneficiarse si saben entender sus datos, elegir los socios adecuados y actuar con rapidez.

Este blog es una hoja de ruta para quienes se preguntan: ¿cómo empiezo a aplicar inteligencia artificial en mi negocio? ¿Qué debo tener listo? ¿Cómo compito con gigantes si recién estoy comenzando? Las respuestas están aquí: en la experiencia, la claridad estratégica y, sobre todo, en atreverse a dar el primer paso.

 

 

Lanzar hoy sin IA es perder desde el inicio

En el panorama empresarial actual, lanzar una empresa sin incorporar inteligencia artificial (IA) desde el principio es como iniciar una carrera con los zapatos amarrados. La IA ya no es una ventaja opcional o una herramienta futurista; se ha convertido en una condición básica para competir en mercados modernos, especialmente en industrias altamente digitalizadas como telecomunicaciones, salud, retail o servicios financieros. Para Christopher Brian, quien ha vivido de cerca varias olas tecnológicas, el mensaje es claro: si en 2015 podías construir una empresa sin IA, en 2025 hacerlo es simplemente no estar preparado para ganar.

La IA afecta múltiples áreas del negocio: desde la adquisición de clientes hasta la gestión operativa, pasando por la automatización de tareas, el análisis predictivo y la personalización de experiencias. Ignorar estas capacidades significa asumir costos operativos más altos, decisiones menos informadas y una velocidad de respuesta inferior frente a competidores más ágiles. En un entorno donde el time-to-market y la eficiencia de recursos son determinantes, contar con IA integrada desde el diseño del modelo de negocio es una ventaja crítica.

Para startups y empresas emergentes, esto representa una oportunidad única: al no tener estructuras heredadas, pueden construir desde cero modelos más livianos, inteligentes y escalables. Y para los emprendedores, es una invitación a pensar estratégicamente desde el día uno: ¿qué procesos pueden automatizar?, ¿cómo pueden recopilar y aprovechar mejor los datos?, y ¿de qué forma la IA puede reducir sus barreras de entrada frente a los grandes del sector?

 

Casos reales, salud y telco con IA

Hablar de inteligencia artificial puede parecer abstracto hasta que se ven aplicaciones concretas en industrias reales. Christopher Brian compartió dos ejemplos claros y tangibles donde la IA no solo mejora los procesos, sino que transforma por completo la propuesta de valor tanto para las empresas como para los usuarios.

En el sector salud, Christopher está desarrollando una plataforma llamada App, enfocada en ayudar a los pacientes a navegar de forma más eficiente su sistema de salud, ya sea público o privado. Mediante motores de IA, esta solución analiza datos clínicos, planes médicos y coberturas para ofrecer rutas óptimas de atención personalizada, ahorrando tiempo, costos y frustraciones al usuario. En un entorno fragmentado, donde los pacientes suelen sentirse perdidos entre prestadores, aseguradoras e instituciones, la IA actúa como un asistente inteligente que guía y empodera al paciente.

Por otro lado, en el mundo de las telecomunicaciones, el foco está en los call centers tercerizados —más de 4000 puestos entre Chile y Colombia— que suelen representar altos costos y niveles de servicio desiguales. Allí, la IA puede intervenir para automatizar interacciones, priorizar consultas urgentes, sugerir respuestas en tiempo real y reducir drásticamente el tiempo promedio de atención.

Los beneficios observados en ambos casos incluyen:

  • Reducción significativa de costos operativos, gracias a procesos automatizados y menor dependencia de intervención humana en tareas repetitivas.
  • Mejora en la experiencia del usuario, al ofrecer respuestas más rápidas, recomendaciones precisas y una mayor sensación de control.
  • Uso eficiente de datos existentes, al integrar información dispersa para tomar decisiones más informadas, tanto para la empresa como para el cliente final.

Estos ejemplos muestran que la IA no es solo para gigantes tecnológicos. Empresas medianas y startups que sepan identificar cuellos de botella y estructurar bien sus datos pueden construir soluciones de gran impacto sin grandes inversiones iniciales.

La clave está en los datos y en su calidad

Por más avanzada que sea una solución de inteligencia artificial, su rendimiento siempre estará condicionado por la calidad de los datos que la alimentan. Este principio, que parece simple, es en realidad uno de los mayores retos que enfrentan las empresas al implementar IA. Así como un automóvil necesita gasolina para moverse, los modelos de IA necesitan datos estructurados, confiables y accesibles para poder operar correctamente. Christopher Brian insiste en que los líderes deben dejar de ver los datos como un subproducto de sus operaciones y empezar a tratarlos como un activo estratégico central.

No se trata solamente de acumular grandes volúmenes de información, sino de asegurarse de que esos datos estén bien organizados, actualizados y sean relevantes para los objetivos del negocio. De lo contrario, se corre el riesgo de construir decisiones automatizadas sobre bases inestables, lo que puede generar errores costosos o experiencias negativas para los usuarios. En el caso del sector salud, por ejemplo, la IA que están desarrollando en la plataforma App depende directamente de tener acceso a historiales médicos, planes de cobertura, exámenes clínicos y recetas médicas. Si esa información está fragmentada o mal registrada, la solución pierde precisión y eficacia.

Además, la gobernanza de datos se vuelve fundamental: ¿quién gestiona los datos?, ¿dónde se almacenan?, ¿bajo qué criterios se validan? Estas preguntas deben estar resueltas antes de escalar cualquier solución basada en IA. En resumen, la eficiencia de un modelo de inteligencia artificial está directamente relacionada con la calidad, disponibilidad y estructura de los datos con los que trabaja. Sin ese cimiento, cualquier intento de automatización avanzada está destinado a tropezar.

 

 

Startups vs grandes empresas, ventajas y retos en IA

La inteligencia artificial está redefiniendo las reglas del juego empresarial, pero su adopción no es igual para todos. Mientras que las grandes empresas suelen tener más recursos para invertir en tecnología, también enfrentan barreras estructurales, como procesos burocráticos, sistemas heredados y resistencia al cambio. En cambio, las startups —más ligeras, flexibles y enfocadas en soluciones ágiles— tienen la ventaja de poder incorporar IA desde el diseño inicial de sus modelos de negocio, sin tener que adaptar estructuras preexistentes.

Christopher Brian lo explica con claridad: una empresa consolidada necesita hacer una transformación profunda para aprovechar todo el potencial de la IA, y eso implica buscar partners tecnológicos, invertir en capacitación de equipos, y rediseñar procesos internos. No es una tarea imposible, pero sí requiere visión, liderazgo y decisión.

Por otro lado, las startups tienen una hoja en blanco y pueden moverse con rapidez, adoptando modelos nativos en IA, y priorizando el uso inteligente de datos desde el primer día. Esto les permite ser más competitivas, incluso frente a gigantes del sector.

Entre los principales retos y oportunidades para ambos perfiles encontramos:

  • Startups:
    • Mayor agilidad para implementar IA desde cero.
    • Capacidad para experimentar y ajustar rápidamente.
    • Limitaciones de presupuesto que exigen foco y eficiencia.
  • Grandes empresas:
    • Recursos y escala para proyectos ambiciosos.
    • Acceso a grandes volúmenes de datos históricos.
    • Desafíos en integración de sistemas y gestión del cambio.

En este contexto, la clave está en entender que no hay un solo camino hacia la transformación. Las startups deben aprovechar su velocidad, mientras que las empresas grandes deben apoyarse en alianzas estratégicas que las ayuden a incorporar IA sin fricciones. Sea cual sea el punto de partida, lo importante es no quedarse quieto: la ventaja competitiva del futuro se está construyendo hoy.

El futuro pertenece a quienes se mueven hoy

El cambio ya está en marcha y no espera a nadie. Las empresas que quieren mantenerse relevantes en los próximos años deben empezar hoy a experimentar, aprender y aplicar inteligencia artificial en sus procesos. Así como ocurrió con otras grandes transformaciones tecnológicas —como el internet, los smartphones o el e-commerce—, quienes adoptaron primero la innovación lograron diferenciarse, escalar más rápido y construir ventajas difíciles de replicar.

Christopher Brian insiste en que estamos apenas en el comienzo de una nueva gran ola, comparable con la irrupción de la telefonía móvil a fines de los 90. En ese entonces, las empresas que subestimaron la disrupción quedaron relegadas. Hoy, la IA plantea un reto similar, pero también una oportunidad histórica para crear modelos de negocio más inteligentes, más sostenibles y más conectados con las necesidades reales del cliente.

Para las empresas grandes, el llamado es claro: deben dejar de ver la IA como un proyecto futuro o aislado y comenzar a integrarla de forma transversal en sus operaciones. Esto requiere liderazgo, visión estratégica y apertura para buscar partners tecnológicos que aceleren el proceso. Para las startups, el mensaje es aún más inspirador: tienen la posibilidad de construir desde cero, con mentalidad data-first, estructuras livianas y propuestas de valor disruptivas, nativas en IA.

El momento de actuar es ahora. La diferencia entre adaptarse a tiempo o quedarse atrás dependerá de la capacidad que tengan las empresas para tomar decisiones valientes, rodearse de las personas adecuadas y asumir que el futuro competitivo será liderado por quienes entiendan y dominen la inteligencia artificial desde hoy.

Conclusión: 

En conclusión, este episodio de Awtana Amplify nos deja una visión clara y contundente sobre el papel fundamental de la inteligencia artificial (IA) en el futuro de los negocios, especialmente para startups y empresas consolidadas. Nuestros panelistas, liderados por Christopher Brian, resaltan que integrar la IA desde el inicio ya no es una ventaja opcional, sino una condición indispensable para competir en mercados digitales y altamente competitivos.

Se destaca la importancia crítica de los datos y, en particular, de su calidad y gobernanza, como base para que los modelos de IA puedan funcionar de manera eficiente y ofrecer soluciones reales que mejoren la experiencia del cliente y optimicen procesos. Además, se aborda la diferencia en la adopción de IA entre startups y grandes empresas, señalando que mientras las primeras pueden aprovechar su agilidad y modelos nativos, las segundas deben enfocarse en la transformación estructural y en establecer alianzas estratégicas que les permitan avanzar sin fricciones.

Los panelistas coinciden en que el futuro pertenece a quienes actúen con rapidez, visión estratégica y valentía, adoptando la IA como un motor esencial para la innovación y la competitividad. En definitiva, la clave está en dar el primer paso, entender la importancia de los datos, y construir negocios inteligentes y sostenibles que estén alineados con las necesidades reales del mercado.

 

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